Por Walter Calabrese*
La ministra de las Fuerzas Armadas, Catherine Vautrin, se promulgó defendiendo las palabras expresadas por el Jefe del Estado Mayor de la Defensa (JEMAD), Fabien Mandon, considerando que «tiene pleno derecho a expresar su opinión sobre las amenazas que siguen aumentando», en referencia a la hostilidad de Rusia en la región.
Mandon, quien asumió en el cargo en septiembre, habló hace una semana en una reunión con los alcaldes del país en París y remarcó que ahora ellos deben ser mensajeros “de una nueva determinación en la Nación ante un continente europeo inseguro e inestable”
En aquella ocasión, el Jefe del Estado Mayor de la Defensa remarcó que lo que se necesita en el actual contexto geopolítico es “el espíritu que acepta que tendremos que sufrir para proteger lo que somos”. Luego enfatizó que si Francia “vacila porque no estamos dispuestos a aceptar perder a nuestros hijos”, entonces “estamos, de hecho, en peligro”, declaró en una encendida arenga a los alcaldes, recordando que la amenaza latente de Rusia sigue estando vigente tras la guerra con Ucrania desde el año 2022. Mandon, con su mensaje, buscó generar conciencia frente a los peligros que acechan a Europa y a renovar la «fortaleza», mientras Moscú sigue agazapado, según su análisis, «para una confrontación con nuestros países de aquí a 2030». Y concluyó ante los alcaldes poniendo énfasis en los propios recursos: «Tenemos todo el conocimiento, toda la fortaleza económica y demográfica para disuadir al régimen de Moscú de intentar expandirse más allá de sus fronteras. Lo que no tenemos (…) es la fortaleza para aceptar el sacrificio que supone proteger nuestra identidad».
En sintonía con lo dicho por Fabien Mandon, la ministra de las Fuerzas Armadas, Catherine Vautrin, subrayó este jueves que «nuestra responsabilidad es clara: evitar cualquier confrontación, pero prepararnos para ella, y consolidar el espíritu de defensa, esa fuerza moral colectiva sin la cual ninguna nación podría resistir la prueba»..
Vautrin, ante las críticas que sufrió Mandon, aclaró en X que “sus comentarios, sacados de contexto con fines políticos, son el lenguaje militar de un dirigente que, cada día, sabe que los jóvenes soldados arriesgan su vida por la nación».
Estas declaraciones de la ministra de las Fuerzas Armadas avivaron las fuertes críticas y reacciones de algunos políticos de la oposición, quienes culpan a Fabien Mandon de alentar un discurso bélico.
Así, Jean-Luc Mélenchon, líder de Francia Insumisa (LFI), afirmó estar en «total desacuerdo con el discurso del jefe del Estado Mayor de las Fuerzas Armadas», puesto que considera que ha excedido el ámbito de sus funciones.. Luego declaro que «no le corresponde al general Mandon invitar a alcaldes ni a nadie a preparativos de guerra decididos por nadie», ni tampoco «planificar sacrificios que serían la consecuencia de nuestros fracasos diplomáticos sobre los que no se ha recabado su opinión pública».
En función de estos acontecimientos, el grupo parlamentario del partido de izquierda radical escribió un comunicado de prensa en donde se destacaba que «tales declaraciones públicas, que comprometen al país en una guerra imaginaria, no tienen cabida».
El documento concluye con fuerte llamado a la intervención de Macron en el asunto: «Francia Insumisa pide al presidente de la República, jefe de las Fuerzas Armadas, que llame públicamente al orden al general y reafirme que las orientaciones estratégicas de Francia son competencia exclusiva del debate democrático y de las autoridades civiles sometidas al control del Parlamento».
El gobierno francés anuncia que “entramos en una nueva era”
Al mismo tiempo que se producían las declaraciones de sectores opositores, el Gobierno publicó el mismo jueves una guía titulada ‘Tous responsables’ (Todos responsables). El documento, fue elaborado por la Secretaría General de Defensa y Seguridad Nacional (SGDSN), con la idea de preparar a los franceses «para hacer frente a una crisis importante, sea cual sea su origen». La guía subraya el riesgo cierto de una «amenaza vinculada a un compromiso relevante de nuestras Fuerzas Armadas fuera del territorio nacional».
«Francia tendrá que contar con cada ciudadano, ya sea a través de un compromiso con las Fuerzas Armadas, con las distintas reservas operativas, o aportando su ayuda voluntaria para mantener el país en funcionamiento, allí donde sus competencias puedan ser útiles», se señala en otra parte del el documento.
Por otra parte, las afirmaciones del general Fabien Mandon están en sintonía con la última Revisión Estratégica Nacional (RNS 2025), que el Gobierno había publicado el 14 de julio, en ocasión del Día de la Bastilla. En uno de los primeros párrafos del documento sostiene que «Rusia, en particular, representa hoy y en los próximos años la amenaza más directa para los intereses de Francia, los de sus socios y aliados, y para la propia estabilidad del continente europeo y de la zona euroatlántica».
La guía es muy clara en el asunto de defensa del país: «Ahora está claro que entramos en una nueva era, la de un riesgo particularmente elevado de una gran guerra de alta intensidad fuera del territorio nacional en Europa, que implicaría a Francia y a sus aliados, en particular europeos, de aquí a 2030, y que vería nuestro territorio como objetivo al mismo tiempo de acciones híbridas masivas». Dicha revisión estratégica confirma que «Europa se encuentra en un momento crucial de su historia» e invita a los europeos a «asumir una mayor responsabilidad en la seguridad del continente» y a «desplegar todos los medios a su alcance para defenderse mejor y disuadir cualquier nueva agresión».
Las observaciones de seguridad presentadas por las autoridades francesas son compartidas por analistas, especialistas y políticos europeos en cuestiones de defensa, incluso la OTAN advirtió en estos días de que Moscú estaría preparado militarmente para efectuar ataques de gran escala a finales de la década.
El jefe de la OTAN, Mark Rutte, invitó a los países que forman parte de la organización a fortalecer sus capacidades defensivas: “Las ilusiones no nos protegerán. No podemos soñar con alejar el peligro. La esperanza no es una estrategia. La OTAN debe convertirse en una alianza más fuerte, más justa y más letal». También remarcó que Rusia supera ampliamente a la OTAN en producción de municiones.
*Periodista
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